sábado, 10 de noviembre de 2012
sábado, 3 de noviembre de 2012
El Hacedor de Aromas y Sabores
Erase una
noche en un pueblo, de esas llenas de estrellas, la luna llena, las nubes como
pinceladas y ese inconfundible aroma a tierra húmeda.
Vio la luz
este increíble niño llamado Gamal.
Un llanto
al infinito empujo al silencio de la cocina, donde su madre le dio la Bienvenida.
Sus
primeras sensaciones se formaron dentro de la cocina, hierbas y especies
dispuestas en frascos y en bolsas de tela embriagaban el aire húmedo.
La pava seguía
cantando con voz de vapor y esas melodías como un tren cargaban aromas, sabores. Pasajeros en un tren que flotaba por el aire recorriendo los
olfatos y los paladares. En cada estación un pasajero bajaba dispuesto a emprender la jornada.
Gamal tenia
el don de escuchar los aromas y los sabores, ellos le susurraban al oído su
nombre verdadero, el reía tiernamente, jugaba.
Al crecer quiso
la vida y el destino que este joven pudiera ir en busca de su aventura.
Sus ojos
claros y su mirada noble se formaron en el interior de un mundo donde el
disfrute de lo simple y el contacto verdadero eran sus mejores amigos.
Han pasado
muchos años desde que no lo veo. Todavía se que sigue buscando un ingrediente
especial que le haga recordar su verdadera identidad.
Se fue de
su pueblo cuando tenia veintitantos, pasaba días enteros mezclando hierbas, y
luego sumergiéndolas con agua caliente, entonces el decía que las musas se
manifestaban en el vapor, que los elementales, los Devas, las Driades de cada
planta podían nuevamente cobrar vida y cantar.
Sus padres
no lo entendían y el tampoco esperaba que lo entiendan. Recuerdo que me decía :
- Los sabores viajan, recorren tu alma y fabrican ilusiones. Te llevan a otros países
o a otros mundos. Tranquilizan y excitan tu espíritu para que este no olvide su
verdadera misión.
A veces me
preguntaba si realmente el mantenía conversaciones con sus infusiones.
¿De donde podía
sacar tanta información sea verdad o no?
La locura
se descarto cuando formalizo su primera pareja, en los pueblos es común que
cuando estas acompañado sos un tipo cuerdo y
si no un raro loco solitario.
Pero duro poco,
era difícil que el amor terrenal pudiera superar la pasión que el tenia con los sabores.
Se que el
vino a compartir con todos nosotros esa conexión tan especial.
Que pena
que ninguno lo llegara a entender…..
Vivía en un
pequeño jardín donde cultivaba cada una de las hierbas que usaba.
Una pequeña
casa de madera le daba cobijo y siempre se veía salir ese humito tierno por la chimenea.
El aroma
lograba despertarte la intriga cuando pasabas cerca de su hogar.
Siempre
estaba dispuesto a recibirte y una taza de te capaz de derretir el corazón mas
duro estaba esperándote sobre la mesa.
Sus ojos se
empañaban como un vidrio cuando tomabas el primer sorbo, es como si estuviera allí
sentado frente a el.
Un día todo
cambio tomo sus pocas pertenencias y partió, cuando llegue a su casa entre y
sobre la mesa entre el romero y la caléndula , escrito con te de canela decía lo
siguiente:
-Fui en
busca del silencio de los aromas. No se
cuando volveré.
Hasta el día
de hoy sigue en mi mente esa frase.
Hace poco
entre a una casa nueva de infusiones, intente escuchar algo pero no lo logre.
.Lleve una mezcla de jengibre cardamomo y piperina.
Cuando
llegue a mi casa puse un poco en un colador de mimbre que tenía, calenté el
agua a su punto justo. Cuando caía sobre las hierbas, sentí un sonido, era como
si cobraran vida y el vapor inundo mi cocina la lleno de silencio y disfrute.
Mi viejo
amigo estaba allí susurrándome al oído la ultima frase que escuche de el.
El silencio
de los sabores y los aromas se produce cuando te atreves a probarlos.
Ese instante,
es silencio, es sagrado….. Y me bebí el Te.
Espero disfruten de este relato , esta es la magia que brindo en mis talleres , un recorrido por los sentidos desde lo mas profundo y lo mas cotidiano subidos en un trasporte cómodo e ideal que es el arte .
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